Poemas de Ariana Reines

 

 

ariana-reines

 

 

 

La otra noche

Cuando no podía dormir

A tu lado y te dije

Que quería llorar

Y tú dijiste si quieres llorar llora

Y bajé la cabeza y respiré

Y, en efecto, lloré

Y tú lloraste

E intentaste besarme

Y más o menos me besaste

Y yo tenía mucho miedo

De amarte y de que tú no me amaras

Me sentí una tonta cuando me subí los pantalones

Y me sentí una tonta cuando me puse la camiseta

Y me sentí una tonta cuando fui a la otra habitación a por mi libro

La piedad peligrosa de Stefan Zweig

Cuyo preámbulo yo te había estado leyendo

Cuando aún creía que probablemente íbamos a follar

Y me sentí una tonta cuando di

El portazo

Pero cuando salí al aire de la noche

Sentí alivio.

///

 

 

Tú lees mucho. Tienes una especie de hambre.

Me gusta. Tu hambre te permite

Ver cosas.

Debes de haber visto que me sentí una tonta, me sentí

Desamparada.

Mujeres.

No sé, Jake.

No entiendo a las mujeres.

Ahora mismo me siento como una de ellas.

No sé qué quieren las mujeres

Pero sé que las que me gustan

No son esas arpías

Que te rodean con el brazo

(En esta situación hipotética tú

Eres la mujer joven)

Y que dicen Llegas a un momento en tu vida que…

Que les den a esas perras

Que tratan de envenenar a las chicas desesperadas

Con sus visiones del mundo de mierda, pura resignación.

Mujeres. Tienen que sentir deseo.

Yo también. Tengo que sentirlo.

Y tu ex también, o quizás ahora resulta que has vuelto con ella,

No sé, Emma. Leí algunas de las cosas que te escribió

Cuando me metí en tu cuenta de gmail.

///

 

 

Tiene su encanto. Quizá es un poco superficial

Pero es lista. No muy exigente, supongo.

No nos parecemos mucho; tú eres dulce

Y condescendiente cuando le escribes.

Es difícil estar seguro

De algo. Supongo que es

Preciosa. Tiene el pelo

Rizado, como yo, pero en este archivo .jpeg parece

Que ella se pone más productos.

La llamas Conejita.

Qué mono. A veces,

Cuando me pongo encima de ti a horcajadas, me dices

Esas palabras ridículas: Mamma

Llama. A veces gimoteas

Y haces ruiditos y haces como que

Lloras, y dices: Oh

Ari, me haces sentir

Muchas emociones…

Yo también siento muchas emociones.

Creo que no me gustan las chicas

Que siempre están disculpándose de todo como si fueran niños

Y hacen algo que no resulta “mono”.

Yo misma a veces pido perdón. Te pedí

 

 

Perdón a ti. Qué pena

No ser más fuerte. Sería peor.

Emma trabaja en una galería de arte

Un piso debajo de la galería

Donde yo trabajaba hace tres años.

Ella es La Chica De La Galería De Arte.

Ya sé de qué va ese rollo.

Yo fui La Chica De La Galería De Arte. Intenté

Que me gustara. Era importante

Hacer como que te interesa

Estar cerca de los artistas y cerca del arte

Como si la proximidad equivaliera

A la metonimia, y no es así, no

En la vida real. Lo que es metonimia

Es la vida real. Te pegas mucho

A algo; algo de su

Verdad e incompletitud

Te es transferido;

Lo llevas en tu cuerpo,

Por ahí. Quizás. Arte. Esa mierda

Trivial y supuestamente importante que compra la gente rica.

Cuando trabajaba en el piso de arriba

De donde trabaja ahora Emma

Me daba miedo lo que significa

 

 

Existir junto a las ideas artísticas

De otra persona. Se me rompía

El corazón.

Nunca conseguí que se me diera bien

Fingir la expresión vacía

De la auténtica contemplación de la belleza

En mi cara.

Además, tengo un aspecto

Raro. He usado

Las palabras Real, Sentir.

Cuando trabajaba

En la galería, en el piso de arriba

De donde trabaja ahora Emma, llevaba minifalda

Y vestidos extraños, y mi jefa,

Básicamente un fraude y eso que los franceses

Decimonónicos llamaban

una arriviste (puedo ser todo lo pedante que quiera

porque estoy hablando del mundo del arte),

solía presentarme a los coleccionistas

como Su Chica-Genio. Aparte de esta

extravagancia, lo extraño

de esta mujer

era que, a pesar del hecho de que deseaba

fama y más dinero (aunque ya tenía mucho

dinero) tenía también un curioso apetito por las ideas.

 

 

Y por los adjetivos. Cuanto más espesos, mejor.

Palabras. Yo misma tuve que usar

Algunas de esas palabras porque algo de ella,

Algo en su estrafalario exceso mental,

Las atraía. Su hermano loco

Me echó tres veces. Bueno, en fin,

No sé por qué te estoy contando todo esto,

Como no sea porque creo que Las Chicas De Las Galerías De Arte

Tienen algo que ver con

Lo que algunas mujeres quieren y hacen y son.

¿Y qué pasa con Los Chicos De Las Galerías De Arte, o sea, Los

Gerentes Artísticos? Ellos también

Cuentan. Psche…

Uno podría tratar de sentirse seducido por la idea de que estar sentado

Y de pie en una habitación con algo en ella

Que alguien está dispuesto a comprar

Es lo mismo que tener

Corazón, creencias. El sistema abierto

Que uno atraviesa

Conseguirá abrirse camino en uno, y afectarnos

De una u otra manera. Este concepto

Firme, este colgante

Cultural, tal y como es.

Me sentí tan poco auténtica, cogiéndote

 

 

El teléfono, haciéndome

La guapa y la desdeñosa

Cuando no lo soy.

Fingiendo que todas esas gilipolleces

Son algo que yo sé hacer muy bien

Cuando en realidad se me dan fatal. Demasiado intelectualoide

Y sentimental. Demasiado entusiasta, joder.

Algunas personas pueden hacer que cualquier cosa

Parezca verdad. He sido una puta antes.

Tal vez es porque siempre

Quiero saber

Cosas sobre las mujeres que he acabado teniendo

Estos trabajos tan denigrantes.

Algunas mujeres son muy intensas,

Jake, ¿sabes a qué me refiero? Lo suficientemente intensas

Como para no ser lo que son, nunca.

No me refiero a esa auto-reflexividad

De la era de internet, auto-ironía, como sea

Que lo llamen, como si el yo fuera algo tan fijo

Que sólo ironizando sobre “él” pudiera constituirse

En una explosión de la conciencia.

Me encantan las mujeres

Que están más allá de sí mismas,

 

 

De ti, de su situación, de todo.

Esas son las mujeres de las que yo quiero saber

Cosas. Esas son las mujeres que yo quiero conocer.

Ahora mismo estoy escuchando a Nico

Y estoy pensándome si voy a sentirme

Intimidada o no. Quiero sentir amor.

Sentí amor por ti cuando dijiste:

Es horrible lo que le ha pasado

A la cultura mediterránea. Y sentí amor por ti

Cuando dijiste eso que yo no podría haberte

medio-obligado

A decir: que era mucho más intenso, el sexo

Y todo lo que sucedía entre tú y yo,

Que lo que sucedía entre tú y ella.

Nunca antes había sido yo “la otra”.

Me muero de terror

Pero no puedo evitarlo, no puedo evitar

Escribirte esto.

///

Me llamó Abigail

Después de haberme metido en tu e-mail

Para decirme que estabas muy cabreado

Y que al principio ella se había sentido sorprendida

De que yo pudiera haber hecho algo así.

Abigail y yo salimos por ahí

Comimos hamburguesas vegetarianas

Y le expliqué

Cómo me sentía

Y me entendió.

Me conmovió que de todas las personas

A las que podrías haber llamado

La llamaras a ella

La mañana del día después de

Mi traición

Porque siempre me estabas picando

Diciéndome que Abril me tiene mucho respeto. Yo la respeto

También. Mucho. No sé si me estoy inventando

Que hay algo despectivo en tu tono de voz

Cuando me dices cosas bonitas. Bueno, creo

Que estarías de acuerdo conmigo en que

Un poco peyorativo

Sí que es.

 

 

Estos poemas pertenecen a Coeur de lion

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Ariana Reines nació en Salem, Massachusetts, en 1982. Como poeta ha publicado The Cow (2006), que ganó el Alberta Prize from Fence Books; Coeur de Lion (2007); y Mercury (2011). También trabaja como dramaturga, traductora y profesora de universidad. Su blog es http://arianareines.tumblr.com.

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