Poemas de «Lantana» de Daniela Camacho

Tracey Emin.

 

Tracey Emin.

 

 

Lantana

 

 

 

La niña dice:

No hay cerro, ni selva, ni desierto, que nos libre del daño que los otros preparan para nosotros.

 

Angélica Liddell

 

 

[Para ver lo invisible]

 

 

ESCENA I

 

(Casa familiar)

 

Lantana está de pie frente a un espejo con los ojos cerrados. Podría decirse que dejó de respirar. Una esfera roja, como perla, baja por sus muslos hasta el suelo, pero un coágulo de sangre en nada se parece a una perla, ni a un rubí, ni a otra joya. Ahora que su aliento huele a leche ácida y sus dientes están rotos, teme no poder gritar palabras milagrosas.

 

El vacío del nacimiento lo traigo conmigo.

El vacío del nacimiento lo traigo conmigo.

El vacío del nacimiento lo traigo conmigo.

 

 

UNO

 

Abuela me lava los pies con vino, me talla la piel con hierbas aromáticas. Cuenta historias de su pueblo para enseñarme lo que es el mal. Pero el mal y yo tenemos una historia propia. Si la digo, me van a amarrar a una bolsa negra y la van a lanzar a una cañada. Por eso mejor no la digo. A veces sueño con ella y siento que mi voz quiebra la oscuridad. Cuando despierto, arde en mí ese lugar tan agudo que no puede ser aplacado.

 

 

DOS

 

La niña no es, nunca fue, un páramo mental. Es un esqueleto que llora. Un cuerpo que aprende a respirar contra su miedo: ella ha ocupado un lugar en el peligro. La boca tierna y entreabierta ensaya un hálito callado, una forma suave de seguir con vida. Para no avergonzar a sus padres. Para no hacerlos sufrir. Pero habrá que darle otro nombre, una estructura con órganos nuevos, el sonido más apto para embestir

 

o algo soberbio con filo.

 

NO HAY EVIDENCIA, TODAVÍA, DE QUE MATEA HAYA EXISTIDO.

 

 

CINCO

 

Los que te encontraron dicen que movías las manos para sostener la luz que aún se desprendía de tu cuerpo. Que no reconocías tu nombre. La vena yugular de ciertos animales se llenó de miel envenenada; el aire que guardabas en tu espacio pulmonar secó los árboles. Huiste de tu nacimiento: Matea se murió. Se fue abrazada a una flor podrida cuando una boca humana le chupó los muslos. Tenía nueve años. La abrieron a la mala hasta brotarle el rojo. Allá en los matorrales cerca del canal. Que te calles o te tiro al agua sucia. La cosa puesta atrás. Así iba a comenzar los días, maloliente, regando sangre por la casa, salida de la tierra entre el zumbido de las moscas.

 

Te diste el nombre de Lantana como quien escucha música en el interior de una naranja.

 

 

PRIMERA CARTA PARA LA MUJER ESPLÉNDIDA

 

Abuela,

 

Otra vez entre los matorrales oí cosas. Ven y sálvame la vida. Sólo tú verás al escorpión rayado merodeándome las partes húmedas y frías. Ven con excremento fresco de caballo y plantas buenas, dame de beber hierba de golpe; úntame con grasa de gallina aquí y aquí para borrar las manos que me sufren, toma por asalto mi lugar entumecido, la mandíbula atascada, el corazón. O échame a las aguas del canal ahora que conozco el aire sucio, ahí estará el fantasma de Matea para verme aparecer, partida como ella, cansada de flotar. Yo me iré hasta el fondo, derechito, porque una vez leí que los ahogados ya no sueñan, que los muertos ya no pueden ser besados porque apestan y así el malhombre va a dejarme tranquilita, sin gritar, pero cerrada.

 

 

SEIS

 

Escúchame, Lantana, al mundo de los vivos aún le aguardan despertares blancos. En él, los pájaros se asustan cuando ven a una mujer mecida por el viento, colgada por el cuello de algún árbol. Su terror despide olores especiales. Inundan el estómago y las glándulas. No te acerques nunca a esas espinas. Cuídate del cuerpo, ya sin inocencia, que mira hacia el futuro con rencor, de su ferocidad gregaria y de las cosas sin explicación.

 

Hay otra igual a ti que se protege de la noche con asombro, que se ampara del olvido con demandas turbias.

 

 

 

[Para tocar lo intocable]

 

 

ESCENA II

 

(en algún lugar del monte, años después)

 

Lantana ha cavado un hoyo profundo en la tierra y, aunque se le ve tumbada, todas sus venas están encendidas: es un relámpago que estalla contra el cielo. Abre las manos. Usa los ojos como animales perdidos. Le da la sombra un árbol seco, queriéndose caer.

 

Escribo para imaginar que ella está a salvo.

 

 

1.

 

Algo está ocurriendo más allá de nosotras. Por ahora no tiene importancia. Si recordaras cómo respirar, si posicionaras de manera correcta los órganos articulatorios (lengua, paladar, dientes, labios) y produjeras un sonido específico, si me reconocieras, haríamos entonces la pregunta: ¿Dónde está mi cuerpo que no está? La esperanza todavía no se cumple. He tenido que vivir como un atrevimiento.

 

 

2.

 

Me había puesto ronca de pedir auxilio en sueños. Ondeaba entre el rencor y un desamparo malo. Densa como res inacabada. Mis órganos estaban en silencio, pero en mí se adivinaba el sonido de los músculos cuando por accidente se desgarran. Lo solo que sabía de mí era que había sido encontrada. A veces se me abría la boca impura, como si no fuera mía y no fuera una boca:

 

Si me apuntara el foco

Si viniera mi niño a tomar su juguete

a sacar de mí lo perdido

Si lo manchara de sangre

Si se callaran las voces

Si me borraran los muslos

Si un filo en la nuca del hombre que espía

Si sacara de mí lo perdido

Si ella viniera

Si pudiera escribir mis balbuceos verdaderos

 

 

3.

 

Para no dejarle un lugar con brillo a la trampa.

Lantana, respira.

Para no morirte de miedo.

Respira.

Ninguna mujer está a salvo. Ninguna.

Rechaza toda enfermedad y sus trabajos.

Que ningún dios te invada.

Sé tu demonio múltiple y

quédate cerca de ti.

Si te captura el terror

habla con ella.

 

 

5.

 

Lantana,

escucha:

usa el corazón

como un abismo.

 

 

 

Daniela Camacho. México, 1980. Poeta y traductora. Autora de los libros Experiencia Butoh (Amargord Ediciones, España y Cosmorama Edições, Portugal, 2017); Lantana (Ejemplar Único, España, 2017); Carcinoma y Híkuri (Libros de artista, Artes de México, 2014) e [imperia] (Editorial El perro y la rana, Venezuela, 2013); entre otros.

 

 

 

 

 

 

 

 

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