Estos poemas han nacido a finales de mis dieci-, cuando supe que Courbet nos señalaba como origen del mundo. Hay muchas cosas de esta tarea que no comprendo. Qué hay ahí. Por qué ya nunca seremos niñas. He querido silenciar el eco de la cavidad con medicamentos porque me atormenta el hueco. También me atormenta el dolor. Y los atlas del aparato reproductor femenino a todo color en los que, invisible, detecto el azul, porque ahí lo siento. La responsabilidad, quizá, de una guerra, un genocidio o una epidemia. Puede que el hambre o la fiebre. La raíz de los problemas. El papel del ombligo en todo esto. El mío propio. El nuestro.
Veo estas páginas llenas de mujeres que dicen qué, que piensan cómo, que les duele cuánto. ¿Por qué escribimos sobre esto?
A lo mejor es que ya sabemos que heredaremos el nombre de nuestra madre. Así queremos que lo sepáis.
INTERIORES
Pensé en mi madre
Y la boca se me llenó
De dientes de leche
GÉNESIS
I
Todo recuerdo embrionario es azul.
Invocas los nombres de las enfermedades
Y el hambre.
Llegarán tus hijos a trozos
Y los creerás literatura
Exiliados de la matriz.
II
Todo recuerdo embrionario es cicatriz.
Aquí eres mujer;
Aquí, cadáver;
Aquí costura, vientre, pared.
III
Todo recuerdo embrionario muerde.
Fecundación: Día primero.
Gestación: Días medios.
Contracción: Día último / Día primero.
IV
Todo recuerdo embrionario es dolor.
Yo fui parto un día de julio.
Mi llanto, celebración
De ese arcaico cordón umbilical.
V
Todo recuerdo embrionario soy yo.
Yo minúscula.
Yo cruda.
Yo sangrante.
Yo viva.
IN HAC LACRIMARUM VALLE
Me dijo mi madre:
No comprenderás el hambre.
No comprenderás a los demás.
No comprenderás a Dios.
Yo,
Intrauterina,
La creí.
AFUERAS
Pensé en mi casa
Y la boca se me llenó
De avispas
LAS TRES NEGACIONES DEL NÓMADA
Gallo primero:
No sé pronunciar la palabra nido.
Gallo segundo:
No tengo calor en la sangre.
Gallo tercero:
No recuerdo el nombre de mi padre.