
Laura Fjäder. Fotografía de Lara A. Miranda.
Laura Fjäder es trabajadora social y escritora combativa. Dirije y gestiona The Flesh Project, iniciativa de creación feminista multidisciplinar. Ha colaborado en diversas publicaciones alternativas y revistas literarias, como La Bolsa de Pipas o Una Buena Barba. Actualmente desarrolla el proyecto Ivaginarias Disidentes, donde poesía y arte menstrual confluyen generando discursos iconográficos no normativos.
Poética
Mi madre conoce el camino que lleva a los viejos árboles, a las vasijas que guardan ocre y azules para quien recibe las gracias. En ellas sumerje las manos hasta untarlas de palabras antiguas con las que mancha la tela.
Devuelve favores al musgo y las hojas caídas haciendo aparecer volúmenes a voluntad. Después, al crepúsculo, calienta y tuesta hebras de azafrán.
En su asiento de junco y helecho espera el paso de la Cabalgata para beber de las huellas marcadas.
Selección de poemas del inédito Ivaginarias disidentes
ELLAFEROZ
Ella bordada con puntadas minuciosas,
sujeta a una membrana de patrón aterrador.
Ella cíclica y antigua, ofrecida ahora,
siempre, a mil ojos ácidos famélicos.
Los hambrientos se abalanzan, la derriban,
le abren por fin las cremalleras, la mastican,
la degluten, la rehacen de entre todas
mar de leche circular.
Ella madera que alimenta y consuela a la carcoma.
Ella cartílago suave enroscado sobre el huevo original.
Ella placenta de mujer, tierna y devorada.
Ella escama diluída que nutre al cereal
EllaFeroz, lanzadora de cuchillos,
aún duerme tras la higuera.
Convertida en barro oscuro,
es de nuevo la cosecha
tantas veces recogida,
es la sangre y el señuelo
que atrae al cazador.
KINTSUKUROI
EllaYo posa las manos
sobre el vientre y se hace tierra
modelada con pigmento vítreo.
Una artesana ha reparado
sus fracturas con resina
y yemas negras de fresno
taponando cada llaga.
El objeto que antes cuerpo,
es sin duda ahora vasija
rugosa, recipiente irregular
contenido entre dos planos.
Sujeto nohombre nomujer,
estructura depositaria
para organismos de suelo
que se nutren del sedimento
húmedo de las paredes.
VIII
En un grimorio privado, cada hebra que tirando ha extraído de su ombligo.
Las teje en cadeneta, las anuda, las enrosca.
Las pone a salvo de su suerte.
Las desliga del ovillo
Las vuelve anclaje y asidero de musas disidentes.
IX
Ella y la pulpa viven dentro contenidas en
cada una de las fibras cítricas reblandecidas.
Puede y hace desde el estómago al lóbulo de la oreja
y ahí se muestra se esconde observa cambia
su segundo nombre en cada crecida.
Ella se teje en el proceso y estructura del propio ovillo
hacia donde la lleva el remero, que no usurpa
ni impone, sólo acompaña en el viaje.
IV
El recuerdo perfecto es un olor
a tocador prestado.
Tenaz y sereno entre los nudillos,
espera por el espasmo definitivo.
Sangrado a tiempo, en dos tiempos,
enfrentado al concepto sistema
paradigma que define útero
en función de vida.
Así convierte el armazón
hendido de las caderas en ojiva.
Así tiembla y descubre, sin grito
ni quejido,sólo balbuceo rosado
y blando,inexperto ante la luz.