Esther Pardo Herrero nació en Bogotá (Colombia) en 1985. Es licenciada en Sociología, Arteterapeuta y tiene un Posgrado en Intervención y Políticas Sociales en Violencias de Género.
Trabaja principalmente con mujeres, utilizando el arte y el proceso creativo como elementos terapéuticos para la transformación personal y colectiva.
Diario de ciclos fértiles es su primer poemario.
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Diario de ciclos fértiles es el resultado de un proceso de investigación artístico y corporal sobre la menstruación y el carácter cíclico del cuerpo de mujer. A partir de la observación activa de mi propio cuerpo menstruante, llevé durante varios ciclos un diario que recogía aspectos destacables de mi experiencia corporal, mental, emocional del día. De forma paralela, escribía poemas que siempre fechaba.
Una de mis preguntas era si acaso había en mi ciclo una fase más creativa que otra. Así que empecé a contrastar las fechas en que había escrito los poemas con el momento del ciclo en que me encontraba y lo registré junto a cada uno. No había una fase en la que escribiera más, pero este cruce de informaciones me entusiasmó y me llevó a agrupar los poemas según la fase en que habían sido escritos, incluyendo aquellos que surgieron durante el embarazo. La estructura resultante fue reveladora tanto en lo corporal como en lo artístico. El hilo conductor de ese grupo de poemas estaba anclado en el cuerpo y en esta estructura cobraban un sentido de unidad que hasta entonces no tenían. El cuerpo respondió a la poesía y la poesía le respondió al cuerpo, se hicieron uno solo en forma de poemario, para dibujar un ciclo que concluye con la gestación y el parto de mis hijas gemelas.
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Paradoja
Son poemas
hijos de óvulos muertos.
En mi vientre estallan
y se golpean.
Mi cuerpo sangra
y ellos nacen
de mis manos.
Algunas sangres
Mi cuerpo
cultiva
bajo lunas impares
y entreteje
punto y seguido
un nuevo ruedo.
La sangre
me delata.
La olvido
pero vuelve.
Pregunta I
Me pregunto
si al dolor
se le puede matar
de asfixia.
Primavera
Llegas y el tiempo existe
traes certeza del ritmo
mi piel es una fiesta
tu nombre es promesa y es augurio.
Poema
Intento
mirar de frente
las muertes
que habrán de tener lugar
para que tú nazcas.
Embarazo
Traer la inmensidad al centro
y tragársela.
Andar con ella adentro
y cargar todo su peso.
Engullir la inmensidad
deconstruirla
y dejar de nombrarla.
Sostenerla sobre la pelvis
apretando el sexo
y desplanzando el aire.
Implosionar.
Chupar el universo.
Ponerlo detrás del ombligo
y allí atraparlo.
Sumergirse.
Golpear la implosión
con los deseos de grandeza
y ver cómo
las vanas glorias
se asfixian.
Engullo la inmensidad
Cruzo las puertas del abismo
y salto.