Tania Cervián: «Para mí el feminismo ha sido conectar con otras mujeres, cuidarnos y empoderarnos»

 

 

El trabajo de Tania es pura luz, es retrato, es sombra. Sus bellísimos retratos están llenos de matices, intriga y de una magia especial que se te mete por dentro y te come los ojos. Es imposible no perderse en esos hipnóticos dibujos de sombras, que Tania utiliza para dibujar las personalidades únicas y poderosas de unas protagonistas femeninas que la luz baña de nostalgia y de fuerza. Es esa combinación de fragilidad y poder lo que me fascina de sus trabajos… la sutileza de la potente luz que todas llevamos dentro.

 

Tania, te pedimos algo que pedimos a todas las fotógrafas a las que entrevistamos… muéstranos tu primera fotografía y háblanos de ella. Qué sentiste, qué pensaste, qué querías contar.

Antes que nada, muchísimas gracias de corazón por contar conmigo para esta entrevista. ¡Me he emocionado mucho leyendo tu introducción!. De verdad Sandra, gracias.

“Reborn” no es mi primera foto en sí, pero sí es la primera foto en la que me vi al 100% en ella. A pesar de ser una foto improvisada, recuerdo cuando llegué a casa, la vi en el ordenador y pensé: “jo, si es justo así como me encuentro actualmente…”. Reborn habla del momento en el que me encontraba cuando la hice. Llevaba unos meses bastante perdida, sin saber bien qué hacer con mi vida, y acababa de terminar el curso de arteterapia que me movió mucho los cimientos. En esos meses decidí apostar por la fotografía y empezó mi camino actual. Fue mi renacer, así que siempre será una de mis fotos más especiales.

 

 

 

Has centrado tu trabajo principalmente en la figura femenina. Cuéntanos cómo son tus protagonistas y qué quieres que cuenten en tus imágenes.

Me gusta pensar que mis protagonistas son mujeres libres. Con un punto salvaje, pero también delicado. Caminan descalzas porque conectan con la tierra y la naturaleza. La luz les da poder, pero también les trae nostalgia, plenitud, paz… Son las protagonistas de su historia.

 

Hay un sello de identidad en tu trabajo que lo hace fácilmente reconocible como tuyo. Hay fotógrafos y fotógrafas que tardan años en conseguir esto… ¿cuál ha sido tu proceso?

Si te soy sincera a ciencia cierta no lo sé, jaja.  Sí sé que desde niña las mujeres han estado muy presentes en mi vida. He crecido rodeada de hermanas, primas y vecinas. Más tarde, cuando estudié, me formé en género y mis trabajos anteriores a la fotografía siempre han estado relacionados con intervenciones con mujeres.

Cuando empecé en fotografía sí que tuve clarísimo desde el principio que lo que me gustaba era el retrato y empecé a retratar a las mujeres de mi entorno más cercano. ¡Hermanas, primas y amigas fueron mis primeras musas!

Desde entonces hasta ahora, ha sido un camino de autoconocimiento y búsqueda personal en el que la fotografía ha sido mi mejor compañera.

 

Enséñanos tu foto feminista más polémica y cuéntanos por qué es polémica.

Pues creo que no he tenido fotos muy polémicas. Como no suelo hacer desnudos explícitos, pienso que he toreado bastante a la censura de las redes y su doble moral. Sí que tengo una foto que para mí sería la más feminista de todo mi trabajo. Es una foto que hice a una de mis mejores amigas hace ya un par de años. Recuerdo que ese día estábamos de bajón y dijimos va, vámonos a la montaña a hacer fotos. Era diciembre, estaba nublado y hacía mucho frío. Pero de repente salió el sol y mi amiga me dijo: ¿y si me desnudo?El resto fue empoderamiento puro. Ella sintiendo el sol y conectando con la tierra y yo emocionada mientras la fotografiaba. Pura fototerapia. ¿Que por qué la considero mi foto más feminista? Porque para mí el feminismo ha sido eso conectar con otras mujeres, cuidarnos y empoderarnos.

 

 

Como mujer fotógrafa, ¿has sentido que tu género ha influido negativamente en tus posibilidades profesionales?

Por desgracia, sí. Si me centro en la fotografía más social, la mayoría de fotógrafos más “reconocidos” son hombres a pesar de que cada vez hay más mujeres fotógrafas. La presencia femenina parece estar sectorizada a la fotografía infantil, newborn o comuniones, pero si hablamos de fotoperiodismo o fotografía de boda me da la sensación de que las mujeres somos algo invisibles.

En la fotografía artística pasa algo parecido. En la mayoría de congresos, jornadas, exposiciones, etc. los carteles están llenos de fotógrafos y apenas hay mujeres ponentes. Seguimos estando invisibilizadas.

 

Ahora, una pregunta básica pero que nos cuenta mucho de las artistas que entrevistamos. ¿Por qué amas la fotografía?

¡Por mil cosas! Pero creo que principalmente porque me hace feliz. En los días en los que me pierdo un poco, mi mejor terapia es hacer fotos.  Porque no es simplemente el hecho de hacer fotos, es lo que implica. Normalmente me escapo de la ciudad, conozco a mujeres increíbles, charlamos, reímos y mientras tanto hacemos fotos. Luego vuelvo a casa con imágenes que me gustan y disfruto de la última parte del proceso en el ordenador.

La amo también porque desde que hago fotos aprecio mucho más la belleza de lo cotidiano. Desde un rayo de sol en un vaso que crea a un arcoíris, hasta un atardecer posterior a una tormenta, pasando por cómo cambia el color del iris según le dé la luz, gracias a la fotografía aprecio mucho más estos pequeños regalos.

 

Dinos algunas de tus fotógrafas de cabecera y qué te gusta de su trabajo. No nos importa si no son conocidas.

¡Hay muchas! Para no extenderme mucho he seleccionado cuatro:

Marta Bevacqua: Adoro sus retratos. Las miradas y expresiones que consigue siempre de sus modelos. Este toque enigmático tan personal hace que sea una de mis fotógrafas de cabecera.

Mónica Bedmar: El trabajo de Mónica es pura sensibilidad y belleza de las pequeñas cosas, de lo cotidiano. Es increíble como capta la belleza allá donde mira.

Laura Zalenga: En sus retratos siempre hay una fusión del cuerpo con el entorno, ya sea más urbano o la naturaleza más salvaje. Sus autorretratos son verdaderamente inspiradores.

Ginebra Siddal: Ella no podía faltar en esta lista. Además de ser una fotógrafa que admiro por su color, sus ideas únicas y la expresividad que consigue de sus modelos, es mi amiga. Así que me inspira doblemente.

 

Tus retratos muestra un uso muy técnico y bello de la luz. Cuéntanos cómo organizas tu set de trabajo, si usas luz natural, etc.

¡Muchas gracias! En mis retratos sólo hay luz natural. Así que el set de trabajo es muy simple, la persona retratada y el entorno. La luz natural actualmente es mi mejor aliada. Aunque no la puedo controlar y a veces se nubla cuando quieres sol etc. ¡no la cambio por nada! Además es gratis y no tienes que ir cargada con equipo de iluminación a los exteriores.

 

 

 

¿Nos hablas de tus talleres? ¿Cómo empezaste con esta idea?

Siempre he disfrutado de la enseñanza. Cuando era estudiante ya daba clases particulares para sacarme un dinerillo. Luego vinieron los talleres con grupos de mujeres, adolescentes, etc. Así que, cuando me puse en serio con la fotografía, me pareció interesante enseñar y transmitir cómo la vivo y disfruto de la luz.  También es una forma de tener ingresos, no lo voy a negar. Actualmente, la precariedad está en todos los sectores y el mundo de la fotografía social y artística no iba a ser menos. Empecé con muchos miedos ya que soy consciente de que el mercado se está saturando de cursos, talleres, workshops, etc. Pero la verdad es que estoy muy contenta y agradecida con la acogida.

 

Hay algo concreto en tu trabajo que me fascina especialmente, y es el uso de las sombras como elemento decorativo. Realmente es algo que dominas. ¿Cómo llegaste a esta idea? ¿Es solo un elemento decorativo o pretendes transmitir un mensaje más allá de la estética?

La sombra forma parte de la luz y su uso en fotografía yo diría que es universal. La verdad es que no recuerdo cómo llegué a la idea la primera vez que lo hice. Supongo que por intuición, al trabajar con luz natural y bastante dura en ocasiones, el uso de la sombra es un recurso creativo. Pero lo que empezó quizás como algo más estético se ha ido convirtiendo en una forma de contar historias. Todas las personas tenemos luces pero también sombras.  Sin embargo, personalmente creo que las sombras son algo bello que forma parte de la esencia humana. Es esa belleza y ese antagonismo luz-sombra lo que me interesa contar.

 

Aparte de los encargos, en tus proyectos personales, ¿cómo seleccionas a tus modelos? ¿Qué buscas en las protagonistas de tus imágenes?

Últimamente busco mujeres que tengan alguna relación con el mundo del arte. Actrices, estudiantes de bellas artes, bailarinas… No me sirve de nada si encuentro una cara bonita pero no consigo sacar de ella una mirada que transmite, o una expresión corporal que me haga vibrar. Normalmente, las encuentro por las redes sociales, amigos o amigas en común, etc, porque me da muchísima vergüenza decirle a alguien desconocido en la calle que me gustaría hacerle fotos. Aunque soy consciente de que pronto voy a tener que empezar a hacerlo, porque me apetece mucho hacer fotos a mujeres de perfiles más diversos de los que suelo encontrar en las redes.

 

Cuéntanos cómo es la mujer que nos muestras en tu trabajo.

Como te comentaba anteriormente, es una mujer libre. Que se busca en la naturaleza y se reconoce en las casas que huelen a nostalgia. Se permite estar triste o perdida, pero también reconoce su fuerza y poder interior. Acepta sus sombras y adora la luz. Disfruta de lo sencillo y de la calma de la soledad elegida.

 

¿Eres una artista impulsiva o planificadora?

Diría que al 50%. Actualmente sí que planifico el color que quiero en una sesión y en base a eso me llevo algo de vestuario acorde con la localización a la que vaya. El resto ya es de manera impulsiva. Llego al sitio y empiezo a fluir. No suelo llevar fotos planificadas, me inspiro en el momento según el entorno, la luz que haya y la mujer a la que fotografíe.

 

Para finalizar, siempre pedimos tres palabras o conceptos que definan lo que quieres expresar en tus fotos. ¿Qué parte de ti estamos viendo en tu trabajo?

Armonía, introspección, luz. Habría muchas más pero como sólo se pueden tres… jaja. Yo creo que en mi trabajo sale todo de mí. En todo lo que hago está mi esencia así que en mis fotos también. Aunque es cierto que mis fotos más íntimas, autorretratos, fotos de mi cotidianidad o de mi pareja, normalmente prefiero guardarlas para mí.

 

 

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