La idea surge de la constatación de un dato. Es tan sencillo y evidente que todo el mundo ha debido de darse cuenta. Sólo que no dicen nada. La gran mayoría de los estudiantes universitarios de Bellas Artes, y también de Historia del Arte, son mujeres. Sin embargo, la gran mayoría de grandes puestos en museos, fundaciones, colecciones, así como los artistas mejor pagados, son hombres. ¿En qué momento se produjo esta brecha? ¿A qué se debe? ¿Qué ha pasado con todas esas mujeres que se quedaron por el camino? ¿O es que siguen ahí, al pie del cañón, pero menos visibles?
Éste fue tan sólo uno de los muchos motivos que llevaron a Mila Abadía, una de las creadoras de la web especializada Arte a un Click, a poner en marcha el proyecto Mujeres Mirando Mujeres. Hay una gran cantidad de mujeres dedicándose al arte —por no aseverar que son mayoría—. Y no se trata únicamente de artistas, consagradas o emergentes, tradicionales o experimentales, si no de todas esas mujeres profesionales que, como se comentaba en algunas charlas de arte y género celebradas en torno a la semana del arte de Madrid, parecen relegadas al trabajo de los cuidados. Galeristas, curators, gestoras, comunicadoras, bloggers, directoras de ferias, asistentes… «Las mujeres somos más en las bases, donde menos reconocimiento o dinero se obtiene, y muchísimas menos en los puestos de poder, donde existe la mayor posibilidad de cambiar las cosas. Si nosotras no tomamos las riendas, y seguimos la senda iniciada por tantas mujeres que tanto sacrificaron sería como tirar todo ese sufrimiento por la borda, sería olvidarnos de ellas por más que se siga celebrando un día como el 8 de marzo», explica Abadía, sin necesidad de repetir las manidas —y aparentemente inservibles— estadísticas.
La primera edición de MMM (Mujeres Mirando Mujeres), celebrada en marzo de 2015, tuvo tan buena acogida que Abadía no dudó en poner en marcha una segunda edición más ambiciosa y trabajada. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, pero con pretensión de ser un lugar de encuentro durante todo el año, MMM reúne a gestoras de arte de las más diversas formaciones y procedencias, bloggers con experiencia en la comunicación de arte 2.0 y, por supuesto, artistas. ¿En qué consiste? Cada una de las participantes de los dos primeros grupos ha elegido a una artista, por motivos únicamente de gusto personal, y la ha entrevistado para dar a conocer su obra, haciendo hincapié en el tema del género.
El proyecto, que se viene fraguando desde hace muchos meses y anunciándose por redes sociales, da el pistoletazo de salida hoy mismo, 8 de marzo, cuando se publiquen las esperadas entrevistas. Mientras tanto, se han dado a conocer los perfiles públicos de todas las colaboradoras porque, como explica Mila, el principal objetivo de MMM es dar a conocer algunos de los rostros femeninos que dedican su día a día a hacer del sector del arte algo mejor. «Lamentablemente seguimos teniendo un grave problema de desigualdades en todos los ámbitos y el arte no se salva. Acabamos de pasar la Semana del Arte y ¿cuantas artistas hemos encontrado en los grandes eventos? Y es por esto que este tipo de proyectos siguen siendo tan necesarios, dar visibilidad a artistas y agentes del arte es una cuenta pendiente que tenemos cuantos nos dedicamos a esto; y si eres mujer todavía más. Creo que somos nosotras las que tenemos el poder real de cambiar las cosas; es duro, siempre ha sido duro ir contracorriente, pero sólo nosotras podemos hacerlo».
Una de las grandes oportunidades que ofrece MMM es la de conocer esta realidad, la de la precaria situación de las mujeres en el mundo del arte, a través de sus protagonistas. Ana Sanfrutos, una de las gestoras invitadas, directora —junto a otras dos mujeres— de la feria de arte emergente ROOM ART FAIR, ha desarrollado gran parte de su trabajo en Alemania, donde, dice, se les nota concienciados en temas de igualdad laboral. ¿Y cuál ha sido su experiencia en España? «Supongo que como en cualquier otro sector hay siempre un poco de desigualdad. Aunque paulatinamente más y más mujeres van ocupando cargos de gran importancia en instituciones culturales», asegura Sanfrutos.
La comunicación es uno de los puntos clave de MMM. Cuando surgió la primera edición, en 2015, Mila contactó con una serie de bloggers colegas suyas que entrevistaron a unas pocas mujeres artistas. En esta segunda edición, la idea original se ha mantenido pero con mayores dimensiones: decenas de gestoras y bloggers que entrevistan casi a una treintena de artistas. Estas entrevistas son el método para dar a conocer tanto a la que pregunta como a la que responde.
A dar visibilidad al arte a través de la palabra están más que acostumbradas las bloggers invitadas. Naiara Valdano, autora de Art Gossips e historiadora del arte, es una de las representantes de ese pequeño pujante sector, el de los bloggers de arte, curiosamente, casi eminentemente femenino. Le pregunto a Valdano a qué cree que se debe. «Puede que sea una casualidad o que este relacionado con algún tipo de patrón, pero ni idea. Sea como sea, no creo que el género de un profesional deba ser relevante para su trabajo: cualquier blog, sea escrito por hombre o mujer, debe ser tomado en cuenta por su calidad y por su contribución al sector, no por su género. Me viene a la mente ahora una frase de la artista Jelena Bulajic: `no es necesario que el espectador sepa que soy una mujer. No tengo por qué hacer comentarios sobre feminismo. Creo que mi trabajo debería hablar por si solo´. A diferencia de ella, creo que como mujer tengo la responsabilidad de manifestarme contra cualquier injusticia que pueda existir contra las mujeres y me gusta hablar de feminismo, pero comparto su opinión de que mi género no debe importar», responde, firme, la blogger.
¿Y qué pasa con las mujeres artistas, protagonistas, directa e indirectamente, de este proyecto? Naiara Valdano vuelve a sacar a relucir los datos que tan gastados están de usarlos como arma arrojadiza. «Hace poco Cristina Belda y Erika Astudillo escribieron un artículo en el blog Mujeres en el que decían algo revelador: `echando una ojeada a las cifras es evidente que existe una escandalosa falta de equidad. Ellas exponen menos. Mucho menos. En 2013, de 134 galerías comerciales de Londres que agrupaban a 3163 artistas, 31% era mujeres frente a un 78%, que representaban a más hombres que mujeres. Sólo un 5% de las galerías mostraba el mismo número de obras de artistas masculinos y femeninos´. Y estos son sólo unos ejemplos. Personalmente nunca me he topado directamente con alguna discriminación de género o con alguna situación incomoda (he tenido esa gran suerte), pero conozco a numerosas profesionales que han tenido que pasar malos tragos por ser mujeres: artistas a las que han dado la espalda al ser madres (porque supuestamente no iban a tener más tiempo para crear); artistas que han escuchado comentarios fuera de tono, etc.».
Irene Cruz es una de las artistas que participan en esta edición de MMM. Responde a mis preguntas después de una cansada semana del arte en la que ha traído sus fotografías en pequeño y gran formato, videoarte y performances a varias ferias. Personalmente, como artista no cree haberse topado con mayores dificultades por el hecho de ser mujer, aunque sí tiene la sensación de que los artistas más reconocidos siempre son hombres. «Pero todos estamos trabajando y haciendo ruido para que las cosas cambien», dice Cruz. En sus fotografías, enredadas en entornos naturales y desdibujadas contra arquitecturas abandonadas de aspecto onírico, descubrimos muchachas anónimas, etéreas, con vestidos de flores o desnudas, siempre descalzas, atrapadas en un escenario bello e imposible. Sólo recientemente ha añadido la figura del hombre a sus fotografías. ¿Cree que son diferentes, como apuntan algunas teorías estéticas, la mirada del hombre artista y la de la mujer artista? «Considero que en muchas ocasiones la mente de una mujer es diferente y funciona de una manera distinta que la de un hombre, así que las fotografías a veces también pueden resultar reconocibles. Pero no siempre es así».
Además del programa de entrevistas, MMM ofrece una serie de actividades 2.0 formativas dirigidas por profesionales del sector. Irene Cruz dará una clase de «Networking para artistas». Laura Cano, de La Caja Revuelta, de «Creación de marca personal online en proyectos culturales». Mariana Hormaechea, comisaria independiente y gestora cultural, propondrá «Lanza tu proyecto cultural sin miedo». Y Nati Guild, comisaria jefe de Virtual Gallery, explicará cómo «Vender arte por Internet». Algunas de las fechas de inscripción todavía están abiertas.