Diario de las ficciones elegidas VI

la foto 1-2 la foto 3-2 la foto-2 copia

E. ¿por qué decidiste quedarte, si yo huí setecientas veces? cangreja ermitaña con los ojos en las pinzas y una casa ostentosa, más pesada que mi cuerpo a la espalda. Eras el niño más bonito de la ciudad y el más delicado, pero la ciudad es torpe y maltrata a los niños diamante, los viste con nombres, los envidia y los reduce para vencer la ansiedad de su presencia. Nunca te cansas de contar las mismas historias sobre mí, sobre una mí lejana, e incluso parece que disfrutas del mismo modo cada vez ¿por qué? ¿por qué no te cansas? ¿por qué no te has cansado definitivamente de mí? de esta, de la otra. Caminando de tu mano por la calle, recuerdo mi orgullo.

I.¿cómo guardaste silencio tanto tiempo? cuando nosotros éramos tan ruidosos… salíamos extravagantes con todos los vestidos por una ciudad de provincias. Tu cámara fotográfica estaba ahí y tu silencio tras tu cámara. A veces la intimidad en rituales pequeños, compartir un fetiche, la única librería abierta los domingos. ¿Cómo es que no nos hemos perdido? ¿cómo que vienes y todos sabemos, con el conocimiento particular de las familias, que hay una cena, un vino, un motivo ineludible? ¿cómo es que a mí me sorprende y a ti no? ¿dónde has aprendido a respetar como lo haces? ¿dónde has aprendido tu prudencia?

D. hermana, ¿por qué no me alié a ti antes? poniendo una distancia entre tú y yo ¿qué falso beneficio imaginé? Hemos compartido cama y bañera y en compañía de tus manos estuvo lo que más amé. Te tengo en frente y sé que estás atenta a mi hambre, a mi sueño; a su hambre a su sueño. Lees los rostros y las necesidades, templas, templas, ¿cómo lo haces siempre sonriendo? dime ¿cómo lo haces? ¿por qué tus sentimientos tienen suaves las aristas? ¿por qué te alegras cada vez de verme? ¿te he dado alguna vez las gracias por cuidar tanto de E? ¿cómo habéis sido tan buenos el uno para el otro?

 

¿Por qué parece que no me guardáis rencores? ¿cómo esta alegría infantil de encontraros? Cada vez me peino, me visto y me perfumo para vosotros, entrenudo historias, afino la melodía.

Empieza cada parte a hacerse, a rehacerse…

Tanta belleza, todos tanto cuidado para que siempre haya tanta belleza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *