Dos poemas inéditos de Alberto Acerete

Lady Telly 

Lady Telly 

CASTILLA

habría matado por llamarte

ahora

 

que mis padres han vuelto a gritar cuando entraba en casa

 

ahora

que no he respondido y he pensado

no voy a discutir porque os amo a pesar

de vuestro desprecio

 

te habría llamado para que me repitieses

que como el amor

el honor y la transigencia son un mar escarpado

contra el que se abocan

las generaciones

 

lo haría si no te imaginase con tu marido en la playa

 

te habrías sentido orgulloso de mí

 

me habrías respondido qué bien

y no habría necesitado recordarte

 

por ejemplo

 

cuando mi madre troceó mis fotos de carnet

y me retó a que las tirase a la basura

 

o cuando mi partida de bautismo

le sirvió para gritar

mi hijo era este

y no la mierda en la que te has convertido

 

no habría necesitado recordártelo porque

tú lo habrías hecho solo

 

¿recuerdas lo que te conté?

 

el otro día

apareció la misma partida de bautismo

y con ella el vocabulario repetido

entre los papeles de mi vida laboral

 

fue lo único que salvó mi padre

del destrozo

previo al cubo

 

te habría llamado

 

quiero llamarte

 

aún hoy

te llamaría siempre

 

pero he pensado que quizá nunca estuviste

que tampoco vas a estar

y que de marcar tu número no habría mañana

 

ojalá pudiese haberte oído

ojalá te hubiese escuchado decir

si bien no

que sientes orgullo

lo mismo que he pensado al rechazar la disputa

 

gracias

gracias

gracias

 

por haberme dado la vida

Stop being heartbroken

Stop being heartbroken

DI NO A LA LITERATURA

 Es domingo. Llamaría verano a este exceso

de expectativas, aunque esté a punto de arroparme.

La cama de mis padres suple el terreno

del que se me arrancó. Supongo que me gustaría

hacer justicia al amor que recibí y, por tanto,

seguir echándolo de menos. Pero aquí

no hay nadie más. Diría que estoy bien

ahora que solo escucho una pelota ventana abajo, donde

tres palmos de persiana bloquean el exceso, donde

sobre el colchón, reposo la luz

en cuarentena. Al acelerarse el golpeo,

supongo a un niño botando un balón. Absolutamente, pienso,

todo se regenera. El edificio de enfrente que bloquea las nubes, sobre mi cristal,

crea una copia exacta. Me planteo

si empezar un libro y aprovecharme en el espacio. Me antepongo

a mí, precisamente por eso. Acabo de descubrir que no necesito

nuevas voces ni vidas fuera; no ahora que he empezado

a aceptarme en la mía. Me giro pensando que ojalá

no vuelva a necesitar la literatura. No volver a escribir,

lo agradecería tanto. No volver a recordar al hombre. No obstante,

me duermo asumiendo la realidad

en cada uno de sus términos. Poniéndome a mi altura,

me comunico. Me digo todo pasa y, por muy tratado que esté el amor,

también se olvida todo.

Alberto Acerete (Zaragoza, 1987) es una artista. Cultiva la poesía, el ensayo y la crítica literaria y acaba de autoeditarse su poemario Cartas de la guerra que podéis descargaros gratuitamente para leer, llorar y reír sin parar. Desde La tribu de Frida nos quitamos el sombrero por este showman de la po(p)esía española capaz de entusiasmarse igualmente por una hamburguesa del Vips, el nuevo álbum de Taylor Swift o la novela póstuma de Ana María Matute. 

Tags

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *