FRANKLIN HURTADO
(Carúpano, 1985). Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Realizó talleres de poesía y ensayo en el Celarg. En 2012 resultó ganador del Concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención Poesía, con el libro Sal, publicado en 2013. Obtuvo una mención especial en el II Premio Equinoccio de Poesía “Eugenio Montejo” por un texto aún inédito.
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sacuden las patas
de la cama se hacen
las sombras
trajes de hombre
y andan la calle
por cuidado consigo
un cortejo de perros y gallos
de su bolsa de cuero
el cuatro de la abuela
más nadie canta en el patio
ni rebota pelota de goma
contra la tapia del fondo
tocan callados
dedos callosos
la canción del encuentro
pero tú eres otro sordo
ya te han marcado.
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no sostiene columpio
ni fruta con gusano
no hace puente o escalera
a otro cielo
pelotas cuchillos
muñecas sin cabeza
como ofrendas
en los techos del pueblo
con kerosén secaron
entre sus ramas saltamos
hacia la tierra colgados
con los pies en péndulo
monos decían
[Del libro Sal, 2013]
RUBÉN DARÍO CARRERO
(Maracay, 1986). Abogado, egresado de la Universidad de Carabobo. Se ha desempeñado como docente universitario y en diferentes cargos como dirigente político. Merecedor de una mención especial en el Premio Nacional Universitario de Literatura 2009 (mención poesía) por su obra Por no mentir al silencio. Ha terminado su segundo poemario Enemigo ciego, que todavía permanece inédito. Sus poemas han aparecido en el suplemento literario “Contenido”, del diario El Periodiquito de Aragua; “Letra Inversa”, del periódico Notitarde; y en diversas publicaciones universitarias. Escribe un blog que actualiza con fotografías y textos, titulado El hallazgo de los espejos (www.rubencarrero.blogspot.com), y otro, de corte político, La indiferencia y los días (www.laindiferenciaylosdias.tumblr.com).
Escasez
Recuerdo que todo era una puerta
una ventana
un montón de libros sin leer
muros y edificios al sol
escaleras vecinos y palomas
todo el día
sin agua sin luz
el cuerpo
Imbécil porque cierras los ojos en el recuerdo
todo el día cumpleaños feliz
y las velas apagadas
derraman vapor de arroz al mediodía
sin agua sin luz
solo corazón del estómago a la boca.
Sinónimos
Escribo que el mar se mueve y consulto un diccionario de palmeras,
su portada es negra, rugosa y en lengua española titula
Alma a quien todo un dios prisión has sido.
Sus páginas, números, pórticos y fachadas de baños negros,
baldosas, jabones, ríos,
peces, hormigas, himnos
jaulas
playas
techos
tumbas
pasos
mundos giradores
decoraciones
espejos y celajes
sinónimos hipócritas.
[Inéditos]
WILLY MCKEY
(Caracas, 1980). Poeta, editor y ensayista. Licenciado en Letras por la UCV, con una maestría en Estudios Literarios en la misma casa de estudios. Su primer poemario, Vocado de orfandad (2008), resultó ganador en 2007 del Premio Fundarte, mención Poesía. Co-dirigió la revista El Salmón, actualmente es articulista de la página web Prodavinci.
Megatherium, not yet
(fragmento, esperando que se pudran las raíces del primer Hevea brasilensis!)
Divina Poesía, / tú de la soledad habitadora, a consultar tus cantos enseñada /
con el silencio de la selva umbría, tiempo es que vuelvas ya a esa culta Europa
que tu nativa rustiquez desama.
Mientras, nosotros venceremos.
Haremos un secreto milenario de ese nuestro ocio de chicle:
haremos una bomba honda, rosada.
Masticaremos: así usaremos la boca en silencio
masquemos, masquemos, masquemos
como si en la intermitencia se nos fuera la vida
y venceremos
que el hedor a canela|tutti-frutti no permita
que la idea se nos salga vuelta idea
que ni siquiera entre un nuevo bocado: masquemos, mastiquemos, masticados.
Venceremos, venceremos, venceremos.
Treparemos hasta la insomne epifanía del mamón para decir,
decir (chupando), decir (encandilados), decir (en mamón macho):
Este es el aposento, / testigo de un dolor nunca explicado, del drama fugitivo
de un momento (y en un violento fin inesperado | lanzarnos de cara contra el suelo
porque ni el buen mamón nos ha escuchado)
mas venceremos.
Resolveremos la gran novela común:
daremos cuerpo a las ficciones acordadas
y sin miedo narraremos las noveletas de la patria, de la muerte
porque tenemos épica, señora
porque sabemos exportar ejércitos
y nos aseguramos de que en nuestros billetes
por fin sonrían un negrito, una niñita, un indiecito,
¡tamboré!
Perezosos gigantes
junto a otras especies en extinción.
Por eso, con suerte, venceremos.
Vuelva, D. P., a sus ciudades con canal para ciclistas
porque acá tenemos soberanía subterránea
chicle negro y pesado que mueve al autobús, al tanque y al ministro
venceremos.
Mil perezosos gigantes se han derretido debajo de mi casa desde el Pleistoceno.
Un millar de megaterios abrasados, hidrocarburos, combustibles,
una manada de megaterios vuelta chorro negro, Mene Grande.
Zumaque 1, venceremos.
Ya no habrá alocuciones, D.P., sino comunicados:
memoranda, notificación y último aviso.
No habrá tiempo para leer, usted perdone,
pero lleve el control de las circulares numeradas,
venga mañana a las cinco y pida un número,
hablaremos con usted y con la tierra en lenguas muertas
(pachamamabrasandomegatheriums)
y venceremos.
Nuestra bomba de chicle cooperante, colectiva y vuelta masa
esfera fucsia que explotará contra un zarcillo
punzante, afilado, verde oliva.
No un pendiente… no, señora: un zarcillo
un zar menudito que destella con el dorado de las caponas
que contrasta tanto verde oliva en derredor:
bomba de chicle, bomba de gasolina, bomba de tiempo, venceremos.
El hombrenuevo tiene 2.000 años
(o un poco más), D.P., 25 siglos, más o menos
(o un poco más)
Pero todavía no, D.P.
Megatherium, not yet,
not yet. Not yet.
Espera un poco, un poquito más.
Deja que pase | otro ratito | de felicidad
y venceremos.
“Venceremos, venceremos, venceremos”;
Perezosos gigantes: venceremos…
todos, como los megaterios, algún día caducaremos
de nuevo
expiraremos
venceremos,
venceremos,
venceremos.
//
EL HOMBRENDT NUEVO. We’re the new man./ You’re the new man./ New gas, new fossil,/ new vestige. We’re docile./ We’re the new man.// Somos un petróleo pesado, aunque no tanto como el West Texas intermedio./ Un aproximado de 0,39% de sulfuro confiesa lo cerca que estamos del infierno./ Tenemos sobrepeso. Aunque no tanto. Somos el hombre nuevo: sin invierno. We’re the new man./ You’re the new man./ New bones, new skin,/ grow up in burger king./ You’re the new man.// Somos un petróleo dulce, aunque no tanto como el West Texas intermedio./ No tenemos altos contenidos y por eso nos refinan en Europa Noroccidental./ Tenemos caries. Aunque no tantas. Somos el hombre nuevo: nada mal.// We’re the new man./ You’re the new man./ New bones, new skin,/ grow up in burger king./ You’re the new man.// Somos un petróleo caro, aunque no tanto como el West Texas intermedio./ Cuando los precios de mercado son bajos, nos exportan desde el Mediterráneo por cinco duros./También en la costa este del Imperio. Pagan en efectivo. Aunque no tanto./ Somos el hombre nuevo: el petróleo del futuro.// We’re the new man./ You’re the new man./ New bones, new skin,/ grow up in burger king./ You’re the new man.
[Inéditos]
CARMEN LUISA CHAZZIN
(Valencia 1989). Licenciada en Educación, mención Lengua y Literatura en la Universidad de Carabobo. Ha participado en el Taller de Poesía convocado por Monte Ávila Editores Latinoamericana y dictado por María Clara Salas; Taller de Apreciación Literaria dictado por Luis Alberto Crespo y otro más con Rafael Cadenas, promovido por la Fundación del Valle de San Francisco. Publicó su obra Alrededor (2011) en la Fundación Editorial El perro y la Rana. Ha hecho estudios de Ingeniería cultural en Francia, y actualmente cursa una maestría en la Université de Paris-Sorbonne.
Alrededor
Los bancos de la plaza
tienen pulso
ceniza por cayena
palabra anestesiada
olor a alivio
espacio seducido
mano extraviada en otra
óxido repujado de rutina
esperas que se miren los pies
temen dejar entrar la humedad
que se come las paredes
dentro
se precipitan las aguas
se mece la memoria baldía
que abre zanjas
Pájaro de limpios ojos
me voy
somos muy amplios
Mañana habrá otra altura
ahora sostente en lo solo
y sé hondo en la puerta
la otra piel
sond se escucha mi canto
[Del libro Alrededor, 2011]
RAFAEL AYALA
(Zaraza, 1988). Licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura por la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Ha publicado los poemarios Bocados de silencio y The lightness of matter (ambos de 2012). Su trabajo fue incluido en The Blue Hour Anthology – A collection of poetry, prose and art (2013). Poemas suyos han aparecido en revistas nacionales e internacionales y han sido traducidos al inglés, francés, alemán y hebreo. Poeta invitado al XI Encuentro Internacional de Poesía de la Universidad de Carabobo, 2013.
*
El eco
al fondo
de las aves prehistóricas.
La mirada
se vacía
en la lejanía.
*
Como el llanero
observa
apaciblemente
el horizonte.
Busca
una esperanza.
[Del libro El viento entre las ramas, 2014]
JHON RIVERA STREDEL
(Caracas, 1992). Terapeuta Psicosocial egresado de la Universidad de Carabobo. Cursó un taller literario con la poeta Edda Armas en la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (Filuc), y otro en el Departamento de Literatura de la UC. Es miembro del Taller Literario Hojas Sueltas (Mariara). Pertenece al comité de redacción de la revista de cultura La Tuna de Oro, de la UC. Ha participado en algunos festivales en su país. Actualmente cursa estudios de Psicología en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
al señor Santos
Dijo el viejo:
-La culebrilla
es el animal
que se vale de otro
cuerpo
para dejar
un sello maldito.
Pero el viejo curandero
no vio
la muerte de la culebrilla
y por flojedad
dejó caer los rezos
y la oración se deshizo.
El mal se multiplicó
Tres
una encima de la otra .
y sus tres colas
–nunca Dios lo permita –han de mirarse la cabeza.
Y aunque no haya rezos ni bálsamos
Sé que si el viejo curandero
viviera en mí
me dijera:
-No hay necesidad
de que una apalee
a la otra,
o la que la otra
se ensañe más.
Solo es cuestión de perdonarse.
Epilepsia
a Sterling Lucero Stredel
Desmayados
nos mordemos la lengua
y una espuma blanca
nos adorna la boca
si a nadie le hacemos daño
es porque estamos posesos de Dios y no del Diablo
o es porque en nosotros
ninguno de los dos ha conseguido su lugar
luchan
y nada sabemos
abandonado
el cuerpo solo sabe temblar
Me digo:
es una recaída
ahora viene el tratamiento
pastilla tras pastilla
no me siento yo
carbamazepina tras carbamazepina
me siento otro
pronto seré siempre el mismo
dios y diablo se habrán desvanecido.