Dos poemas de Violeta Nicolás

Ilustración de Virginia Mori.

 

La poeta Violeta Nicolás.

La poeta Violeta Nicolás.

 

 

Poética

Soy aparte del resto y el resto a la vez.

DOBLE EN ESPEJO NEGRO

Il dissipe le jour,

Il montre aux hommes les images déliées de l’apparence

Paul Eluard

 

 

Donde hay una sombra empañada

En el espejo del baño, de todos, caigo,

Me cuelo por la hendidura de los ojos

Resido en el pecho con miles de nervaduras

El agua es el canto que condena hasta el techo

La altura repleta de vapor y goteras

En las hojas que crecen de mi tronco,

Donde hay marcas alienígenas circulares

Solo requieren decir lo sola y sola

La soledad violeta que se filtra dentro

Las gotas caen sobre el mismo punto,

Esa que se ve solo en un espejo negro,

Son el líquido a destilar con mirada fija.

 

 

 

 

 

I

Hola, anochecer, bajas los hombros,
Sabes que no puede oscurecer,
Solo se te permite amanecer,
La oscura no es bienvenida.

De nuevo esta casa plagiada,
La puerta se abre las 24horas.

No tiene dos interiores,
Si no te caes hacia dentro.
Hago equilibrio con la piel.

 

No recuerdo si cerré la puerta,

Las llaves son prótesis de mis manos,

El alzamiento de mi dedo índice.
Todos pueden entrar en mi casa,
En un lugar abierto no me puedo acurrucar.

 

II

Por la noche calienta la calma,

Camino entre edificios pulpo,

El aire aísla, soy una escultura,

Me persiguen los sueños de la gente,

Los míos se reducen en mis uñas,

Cada pelo, cejas y pestañas,

Son accesorios de mi cuerpo,

Detalles que acompañan en eco,

La contaminación adherida a mí,

Esperanzas suspendidas en la ducha,

En el vaho del espejo de casa.

 

III

La casa igual al dibujo
Las ventanas dan a la noche.­

La buena noticia es el sol en los ojos,
El límite del cuerpo se hace invisible,
Sólo el calor me une al vacío al rededor,
Sin rozar a penas las caras de las cosas.

 

IV

La tarde sucede y hay menos luz,

Se va rompiendo cada cosa,

Mis ojos se estrechan,

Bajan cejas, nariz se estrecha,

El momento de cerrar la ventana,

La habitación queda hueca,

Calculo el aire por metro cuadrado,

Aprieto mi boca, muerdo el labio,

¿Queja o gemido de alegría?,

Hora de tumba de sueño, amor.

 

V

Sucede hoy, olor a melocotones,
Horas en unos segundos al llegar a mi cama,
La suerte se pronuncia con signos de sorpresa,

Tu cuerpo de novio a mi lado,

Hay que bendecir tu aliento,

El imán detrás de tu nombre.
La respiración sostenida,

La almohada es una extensión violeta.

 

VI

Quiero ir a mi casa, me digo en casa.

La extrañeza araña mi frente,

Nostalgia súbita y honda de qué,

No conozco otra casa que ésta.

Quiero ir a mi casa, me digo en casa.

Extraterrestre, vivo en lo aéreo.

 

 

VII

Se esparce mi cuerpo,

Bajo la superficie del agua,

Nada hasta llegar al fondo

En mi interior, interior submarino.

 

Galleta, pantalla, abrazo,

Casa, casa, casa,

Palabra-Prótesis,

Extensión

de

mí.


Violeta Nicolás (1984, Murcia). Doctora en artes escénicas (UAH), máster oficial de Historia del Drama (Universidad de Alcalá, Madrid). Licenciada en Bellas Artes (Universidad de Murcia) completa su formación en Accademia di Brera (Milán). Flow, es su segundo poemario publicado con la Ayuda a la Creación, INJUVE. Ha compartido sus poemas en revistas como Kokoro, El coloquio de los perros, Espacio Luke, o Fragmenta. Su primer poemario es Digestión idílica (DM) en colaboración con Espacio Molinos del Río, donde recoge algunos poemas premiados en Creajoven 2010. Le encanta ser “anti-profesora”, las redes sociales y la gestión cultural. Practica la videopoesía y el arte contemporáneo. Escribe reseñas y artículos en su espacio en la revista digital Culturamas. Forma parte del colectivo de artistas La Comunidad, becado por el Festival Inmediaciones, 2014.

www.violetanicolas.com

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