«Tiempo de espera» de Carmen Riera

 

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23-IX-1986

 

Parece que son las situaciones extraordinarias de la vida, las que a menudo nos mueven a escribir un diario. Un viaje, el sufrimiento de una enfermedad o una guerra han generado varios. Por eso, me parece extraño que un embarazo no haya servido de excusa para escribir algunos. Que yo sepa, no hay o al menos no publicados. Uno de los pocos de los que tengo referencia, el Libro de los niños de la señora Hester Lynch Thrale en las hojas del cual iba apuntando la duración de los embarazos sucesivos, enfermedades y muertes de sus doce hijos, no me lo parece. Es más bien un inventario. No hay descripción, sólo enumeración, no hay un desmenuzamiento de sensaciones ni de vivencias íntimas. No hay emoción. Constata situaciones de manera fría, objetiva y clínica: a Henriette se le ha caído un diente y Pegui ha tenido escarlatina…

¿Por qué las mujeres no hemos escrito diarios de embarazo? Tal vez porque este hecho extraordinario ha sido considerado como el más ordinario de la vida femenina, ya que nuestra misión no consistía en otra cosa que en la reproducción. Es posible que a partir de ahora, los diarios de espera proliferen porque, ya casi en el siglo XXI, las mujeres hemos conseguido la capacidad de observarnos como objetos en lugar de sujetos. Hemos dejado de ser anónimas, hemos logrado una identidad…

 

 

25-IX-1986

 

[…] Mi único miedo es que ya no somos jóvenes. No somos una embarazada de veinte años, sino de treinta largos…. de aquí a dos cumpliré cuarenta. Es a partir de los treinta y cinco cuando los riesgos aumentan. Creo que no soportaría dar a luz a una criatura deficiente o deforme. No me siento capacitada. Se necesita un incentivo de amor y de serenidad del cual ahora no dispongo.

He pedido cita en el ginecólogo. El lunes a las seis. Aún no se lo hemos dicho a F. Y me preocupa su reacción, acostumbrado a ser el primero, el único, tendrá que conformarse a ser solamente el primero. Me imagino su cara de príncipe destronado.

 

 

26-IX-1986

 

Los que los han visto, los describen con una cabeza redonda y plana y una cola larga que se desplaza furiosa en una danza frenética. A pesar de su aspecto más bien ridículo, parecen muy agresivos y son muy numerosos. Miles de millones. Nunca una escuadra ha podido reclutar tantos guerreros. Ni un combate naval ha juntado en todo el universo tanta multitud. Avanzan atropellados en las tinieblas para alejarse de este medio demasiado ácido y perjudicial para su salud. No todos son capaces de resistirlo. Sólo los más fuertes se esfuerzan por remontar a otras regiones menos hostiles. Más arriba, buscan lugares más benignos que les permitan sobrevivir, dejándose llevar por la corriente sin esforzarse tanto como ahora. La inmensa mayoría se arriesgan en vano. El número de bajas aumenta conforme pasan las horas. Los que consiguen llegar lo hacen trepando por los cadáveres o quitándolos del medio para poder seguir avanzando a la desesperada. Posiblemente, la suerte les será tan contraria como a la mayoría de sus compañeros. Los más feroces esperan emboscados sin dejar de mover su largo flagelo que los distingue, preparados para la embestida final. Cuando llegue el momento, uno, solamente uno, de entre tantos millones, conseguirá la presa codiciada.  Sólo a uno se le permitirá penetrar la nave del tesoro. Se tendrá que lanzar de cabeza para poder entrar, y en ese preciso momento, perderá para siempre su larga cola que tan útil le ha sido mientras hacia el camino… Pero habrá conseguido su Dorado particular.

Y a lo que comienza después, se le llama vida y todos estos antecedentes, allí en las cavidades intrauterinas -ahora aquí- anticipan muchas cosas de lo que vendrá después y que te esperan, cuando salga afuera, convertido en un ser humano: competitividad,  agresividad y riesgo. Aunque no te gusten ni a ti ni a mí.

 


 

Lara Peiró (Valencia, España 1994) Poeta y traductora literaria asentada en Berlín. Estudiante de Traducción en la Universidad de Valencia. Ha publicado en varias revistas digitales y portales web. Además forma parte del proyecto de Hot Babes, antología bilingüe de poetas jóvenes, editada por la Editorial Ojo de Pez. Es autora del libro Poeta en Berlín (Ed. el Viaje) . Publica sus textos en diferentes redes sociales como Tumblr (http://crasssssh.tumblr.com/), Facebook o Instagram (larapeiro_). En la actualidad trabaja en la traducción de una antología de poesía joven en lengua alemana.

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