Diario de una charnega IV

día4-2

Hoy he comido con mis dos amiguis de la editorial Pepitas de Calabaza, Julián y Víctor. Están en Madrid porque mañana Iñaki Uriarte y Manuel Jabois presentan los Diarios de Uriarte (el tercer volumen) en la Librería La Central. Mi Miguel está emocionadísimo con los Diarios de Uriarte. Cuando le da por un libro, y le ha dado fuerte, me revienta la cabeza comentando renglón a reglón lo que lee.

Siempre que me separo de mis chicos de Pepitas de Calabaza, acabo pensando cómo se puede ser tan buenos tíos, tan cultos, tan guapos (porque los dos lo son). Justo dónde me he sentado en el bar, había una pizarra en la que ponía “#nopodéis. Cataluña es España. La propiedad privada será siempre privada bajo pena de muerte”. Un casti restaurante fachoso del Barrio de Salamanca, bien. Me explicaré, no es que frecuentemos estos lares, es que ellos iban a la casa de José Luis Cuerda y quedaba al lado.

Cómo puede haber gente (corriente) aún, que piense que en Podemos vamos a expropiar, a activar la ETA y que Venezuela es una dictadura malvada comeniños. Cómo pueden currelas votar al PP, y si me apuras, incluso al PSOE. CÓMO. Cómo puede haber gente tan ciega que se crea el “obrero” del PSOE. Soy de Podemos desde La Tuerka, y aunque no me gusta (en absoluto) la línea interna que está desarrollando en partido (tanta verticalidad, amiguismos, el discurso de los mejores, falta de líderes mujeres, el ninguneo a los círculos) estoy motivadísima con el proceso. El miedo cambió de bando y ahora, llega el tiempo de la gente con cabeza (no con billetera) a hacer política. A ver qué pasa.

Delfín, compi de Miguel del trabajo, me dijo que mi Miguel era para comérselo y no cagarlo. Incluso para coserte el culo, y así, quedarte tranquilo sabiendo que toda la vida lo llevarás contigo.

He llegado a Pozuelo un poco mareada de todo el día currelando y preocupada por mis semi percales. Ha venido Miguel con el Trosquito a buscarme a la parada del bus. Al verlos, siempre se me quitan los males, uno a uno los disparan y los matan sin dejar lugar a resurrección. Amo y perro son mis pastillas, la alegría de mi huerta, mis compis de camino. El Troskololo siempre que me ve me abraza, un abrazo oso perro. Yo no uso crema de cara, sino babas de mi perro, chuparme nos gusta mazo.

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