Ahora que soy mujer gestante

Fotografía de Adriana Lestido.

Fotografía de Adriana Lestido.

Fotografía de Adriana Lestido.

Esta mañana ha empezado a nevar de nuevo. Recuerdo la primera vez que vi nevar en esta ciudad. Acababa de llegar. Estaba embarazada, era mi primer embarazo. Recuerdo mis trayectos a la biblioteca de la Universidad. Estaba terminando la tesis. Andaba con mucho cuidado, muy lentamente. Tenía frío. Miraba con la sorpresa de una primeriza las montañas de nieve que se acumulaban en las aceras.

Hoy me he levantado y al mirar por la ventana he visto cómo caía la nieve y lo dejaba todo blanco. Pero hoy no he andado con sumo cuidado. De hecho, hemos empezado a correr, mis dos hijas y yo, porque la nieve caía con fuerza y no quería que la pequeña se mojara demasiado.

Hoy, como ese día de hace seis años, también estoy preñada. Este es mi quinto embarazo. De todos ellos, en dos ocasiones he parido, estas dos niñas que tengo ahora conmigo.

En este camino que es mi vida, cada uno de estos cinco embarazos ha tenido un significado profundo en mí. Porque cada vez que me embarazo me descubro y me convierto en otra mujer.

Dicen que en cada menstruación, en cada momento de nuestro ciclo somos diferentes. Yo empecé a descubrir los recovecos de mis personalidades menstruales después de mi primer embarazo, y a medida que me he ido embarazando me he hecho más consciente de mi cuerpo.

Después del primer embarazo tuve que volver a pensarme. Yo había sido una mujer de ciclo regular, por ejemplo, una semana y mucho dolor, y me convertí en una mujer de sangre abundante y poco dolor.

Y ¿después del tercero? Otra mujer.

Y ¿después del cuarto? Otra mujer

Y ¿después del quinto? Quién sabe.

Cada vez cambia todo.

Todo cambia.

Soy un cuerpo nuevo, renovado.

No se quien seré cuando todo esto termine.

De hecho, no se aún muy bien quién soy ahora en este quinto embarazo. Voy descubriendo que me gusta estar en casa y los yogures de leche de cabra (qué cosas). Parece que no soy demasiado amante de los estofados y no pararía de comer ensalada. Soy emotiva, llorona. Eso ahora. Quién sabe mañana. Mi cuerpo me lleva a sitios inesperados.

 

Soy las mil mujeres que han pasado por aquí. Soy un poco también las mujeres que he gestado y he dado a luz. Soy una espectadora impresionada de su proceso de construcción. Cada palabra que aprenden, cada zapato que consiguen atarse, cada llave que colocan en la cerradura, ese afán que demuestran por la vida. Es conmovedor.

 

Hoy se me caían las lágrimas cuando iba corriendo junto a ellas por debajo de la nieve. Me turba pensar en las vidas que me pasan. La de vidas que pasan por mis entrañas y todo lo que puedo aprender de ello.

 

 

Cira Crespo, 16 de febrero de 2016

Vitoria-Gasteiz

 

1 Comment

  • Anna dice:

    Ostres, Cira, enhorabona per aquest nou embaràs! Et segueixo de fa temps, primer a lamama i després a Maternalias, i vés per on… ara jo també sóc dona gestant! Encara no sóc mare, perquè és el meu primer embaràs, però sí que noto que sóc ja una altra dona: més forta i alhora més vulnerable que mai.

    Una abraçada, i que vagi molt bé aquesta gestació.

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