«Dulceagrio» de Stephanie Danler, un libro para el paladar

 

 

 

Acaba de llegar a las librerías españolas, gracias al buen gusto de Malpaso Editores, Dulceagrio, la exitosa ópera prima de la joven estadounidense Stephanie Danler.

Dulceagrio es una novela de formación que narra el desarrollo personal de Tess, una joven de 22 años que se muda a Nueva York para empezar a vivir su vida, sin tener las ideas muy claras sobre lo que quiere llegar a ser.

La historia está ambientada en un restaurante, un microcosmos en el que la escritora nos atrapa con su prosa meticulosa, relatando los gajes del oficio de camareros, baristas y chefs. El mundo de la restauración es un lugar prevalentemente masculino, reconoce la autora, duro y despiadado, atractivo y al mismo tiempo algo sórdido, que choca con la frescura y la inocencia de la recién llegada Tess.

 

 

Fotografía de Vorderman.

 

 

En la presentación de su libro, Danler comenta que quería contar la historia de un recorrido hacia la madurez y crear un personaje femenino libre de clichés, describiendo sus ambigüedades y contradicciones, sin tener que encasillar a la protagonista en el rol de chica buena o mala, de víctima o perdedora. También quería hablar de la relación entre mujeres, que en el libro emerge con la amistad entre Tess y Simone, una mujer erudita que le hace de mentora y la educa en la cultura de los vinos a la vez que en la comprensión del mundo. A lo largo de todo el libro, Simone dispensará perlas de sabiduría:

 

¿Sabes lo que es la abundancia? […] Te han enseñado a vivir como una prisionera. No cojas, no toques, no te fíes. Te enseñaron que las cosas mundanas son reflexiones viciadas, que no exigen la misma atención que el mundo del espíritu. Escandaloso, ¿verdad? Y sin embargo, el mundo es abundante… si inviertes en él, te lo devolverá multiplicado por diez.

 

Las palabras de Simone acompañan a Tess en la definición de sí misma, mientras ésta se abandona al placer de los sentidos, se pierde para finalmente encontrarse:

 

Hay un momento en la vida de toda mujer en el que se le bloquea la inteligencia.

 

Desde su experiencia, Simone le ayudará en el viaje iniciático hacia la madurez:

 

Es una epidemia en las mujeres de tu edad. Esa total discrepancia entre la forma en la que hablan y la calidad de los pensamientos que tienen sobre el mundo. Se les ha enseñado a expresarse en jerga, con clichés, con sarcasmo… y todo eso es lenguaje débil. La superficialidad del lenguaje influye en las experiencias; en vez de asimilarse, se vuelven desechables.

 

Dulceagrio es el fruto de dos años de máster en escritura creativa que Danler frecuentó en Nueva York, ciudad en la que no hay normas en absoluto, donde todo parece posible, pero todo cambia con demasiada rapidez. Cuenta la escritora que el proceso de escritura empezó durante el curso, aunque la idea de este libro le rondaba en la cabeza desde hacía ya un año. Sabía que quería escribir sobre el mundo de la restauración, en el que Danler ha trabajado durante más de diez años.

De repente sintió que había llegado el momento adecuado para dedicarse a la escritura, que era cuestión de vida o muerte, de ahora o nunca, y se volcó en Dulceagrio, admitiendo que a veces escribía durante diez horas seguidas, sin quitarse el pijama en todo el día.

 

Dulceagrio tiene evidentes referencias a las experiencias de la novelista, aun manteniendo un fuerte pacto con la ficción. En el libro confluyen las vivencias de Danler que, nacida en California, se instaló en la Nueva York después de terminar la universidad y ahí se mantuvo trabajando como camarera, hasta llegar a ser encargada de restaurantes, se apasionó por el mundo de los vinos y estudió enología para ser sumiller.

En Dulceagrio la escritora pudo reelaborar muchas de las anécdotas acumuladas en los años pasados en restaurantes, personas e historias que enriquecen este libro cautivador, repleto de detalles que no quieres dejarte escapar en la lectura. Danler reconoce abiertamente que ama este sector y que quiere volver a trabajar en la restauración una vez terminada la gira de promoción de su novela.

 

La metáfora del paladar, presente ya en el título, impregna todo el texto y está directamente relacionada con el desarrollo personal que Tess experimenta a lo largo de la novela.

El sexo es otro de los temas que tiene un lugar privilegiado en Dulceagrio: para la protagonista, enamorada del misterioso Jake, es un vehículo hacia el descubrimiento de sí misma. Danler traza un claro paralelismo entre comida y sexo: ambos son placeres físicos intensos, íntimos y pasajeros, difíciles de describir. A la vez que Tess va descubriendo matices en los sabores, aprende a paladear e investiga sus gustos, también experimenta la intimidad y la lujuria a través de la amistad y la pulsión sexual.

 

Este libro parece llegar en el momento adecuado: estamos viviendo unos años de explosión de la cultura gastronómica, con el movimiento foodie en pleno auge y una atención cada vez más difundida hacia uno de los mayores placeres de los que podamos disfrutar.

La narradora cita emocionada algunos de los restaurantes de tapas de Barcelona a los que suele ir, unos clásicos que no siguen los caprichos de las modas gastronómicas y a los que vuelve con placer desde hace años: Quimet & Quimet, El Xampanyet, Cal Pep y Bar Cañete, entre otros. Se aprecia que la gastronomía es su pasión y que tiene un paladar entrenado.

 

Después del enorme éxito cosechado en Estados Unidos, los lectores podrán disfrutar de Dulceagrio en 11 idiomas extranjeros, mientras Stephanie Danler ya está trabajando en su próximo libro, que esta vez será de no ficción: una serie de ensayos que pronto publicará la editorial Knopf en su país.

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