traducción de Berta García Faet
CEREMONIA
Me dejaron de gustar las alcachofas cuando dejé de comer
mantequilla. El hinojo
nunca me gustó.
Una cosa que siempre he odiado
de ti: odio que te niegues
a invitar gente a casa. Flaubert
tenía más amigos y Flaubert
era un ermitaño.
Flaubert estaba loco: vivía
con su madre.
Vivir contigo es como vivir
en un internado:
pollo los lunes, pescado los martes.
Tengo muy buenos amigos.
Tengo amigos
ermitaños.
¿Por qué lo llamas rigidez?
¿No puedes llamarlo gusto
por la ceremonia? ¿O es que tu hambre de belleza
se satisface completamente con tu propia persona?
Otra cosa: dime otra persona
que no tenga muebles.
Comemos pescado los martes
porque los martes son frescos. Si supiera conducir
comeríamos pescado también otros días.
Si estás tan desesperado por encontrar
precedentes, prueba con
Stevens. Stevens
nunca viajaba; eso no significa
que no conociera el placer.
El placer, puede, pero no
la alegría. Cuando prepares alcachofas,
hazlas para ti.
EL DESEO
¿Te acuerdas de cuando pediste un deseo?
Yo pido muchos deseos.
Cuando te mentí
sobre lo de la mariposa. Siempre me pregunté
qué pediste.
¿Qué crees que pedí yo?
No sé. Que volvería,
que al final de alguna manera estaríamos juntos.
Pedí lo que siempre pido.
Pedí otro poema.
EL DILEMA DE TELÉMACO
Nunca me decido
sobre qué poner
en la tumba de mis padres. Sé
lo que él quiere: él quiere
amado, lo que ciertamente resulta
muy exacto, sobre todo
si contamos a todas esas
mujeres. Pero
eso dejaría a mi madre
en la intemperie. Ella me dice
que en realidad no le importa
lo más mínimo; ella prefiere
ser descrita
por sus logros. No tendría yo mucho
tacto si les recordara
que uno
no honra a sus muertos
perpetuando sus vanidades, sus
auto-proyecciones.
Mi propio criterio me recomienda
exactitud sin
palabrería; son
mis padres y, en consecuencia,
los visualizo juntos,
a veces me inclino por
marido y mujer, a veces por
fuerzas contrarias.
PARÁBOLA DE LA BESTIA
El gato circula por la cocina
con el pájaro muerto,
su nueva posesión.
Alguien debería debatir sobre
ética con el gato, mientras investiga
el asunto ese del pájaro cojo:
en esta casa
no experimentamos
la voluntad así.
Dile eso al animal,
sus dientes ya hincados
en la carne de otro animal.
PUERTO DEPORTIVO
Mi corazón era un muro de piedra
que tú de todas formas traspasaste.
Mi corazón era un jardín isleño
a punto de ser pisoteado por ti.
Tú no querías mi corazón;
tú ibas de camino a mi cuerpo.
Nada de eso fue mi culpa.
Lo eras todo para mí,
no sólo belleza y dinero.
Cuando hacíamos el amor
el gato se iba a otro cuarto.
Entonces me olvidaste.
No en vano
las piedras
se estremecían alrededor del jardín enmurallado:
no hay nada allí ahora
excepto ese salvajismo que la gente llama naturaleza,
el caos que se hace con todo.
Me llevaste a un lugar
donde llegué a ver la maldad en mi carácter
y me dejaste ahí.
El gato abandonado
gimotea en el dormitorio vacío.
PARÁBOLA DE LOS CISNES
En un pequeño lago fuera
de los mapas del mundo, vivían
dos cisnes. Como cisnes que eran,
pasaban el ochenta por cierto de su día estudiándose
a sí mismos en las aguas atentas y
el veinte por cierto cuidando el uno del
otro. Por lo tanto,
su fama como amantes proviene
principalmente de su narcisismo, lo que deja
muy poco tiempo libre
para ir de crucero. Pero
el destino tenía otros planes: después de diez años, se toparon
con agua enfangada; fuera lo que fuera esa inmundicia, se adhirió
al plumaje del macho, que instantáneamente mutó
a gris; a la vez,
el verdadero propósito del flexible diseño
de su cuello quedó al descubierto. ¡Tanta
actividad en el modesto lago, tanto
que se había perdido! Más tarde o más temprano durante
toda una vida juntos, todas las parejas se enfrentan
con alguna emergencia de este estilo, con algún
drama que acaba
haciendo daño a alguien. Esto
pasa por algo: para poner a prueba
el amor y para exigir
que vuelva a definirse con palabras complicadas.
Así que salió a la luz que el macho y la hembra
tenían ideas diferentes: mientras
el macho creía que el amor
era eso que uno siente en el corazón,
la hembra creía
que el amor era eso que uno hace. Pero esta no es
una historieta sobre la corrupción inherente
del macho, usando como prueba la sórdida definición
de pureza que tenía el cisne. Es
una historia de astucia e inocencia. Durante diez años
la hembra estudió al macho; se entretenía mirando
cómo dormía o cómo era absorbido por el agua
convenientemente,
mientras que el espontáneo macho actuaba
de manera más informal, viviendo
el momento. En el fango
discutieron un rato, bajo la luz del atardecer,
hasta que la discusión se hizo
lentamente más y más abstracta, y se convirtió
en parte de su canción
después de un tiempo.
Todos los poemas pertenecen a Meadowland (1996).
Sin duda lo merece, toda persona amante de la filosofía y la poética aplicada a lo cotidiano, te hace enteder el complejo humano mundo micro de homiguitas, con belleza y espiritualidad plena, y eso somos nostr@s. Gracias Louise.J.Aa.
Sin duda lo merece, toda persona amante de la filosofía y la poética aplicada a lo cotidiano, te hace enteder el complejo humano mundo micro de homiguitas, con belleza y espiritualidad plena, y eso somos nostr@s. Gracias Louise