Esta semana, en el Congreso, hemos vivido nuestra primera sesión de control al Gobierno: ese momento en que Presidente y ministros comparecen antes las diputadas y diputados, y tienen que responder, que rendir cuentas. Dejando aparte lo insatisfactorio de las respuestas, me ocurría –cosas, seguramente, de novata- que no paraban de aparecérseme preguntas:
Señoras, señores del Gobierno: ¿Por qué están ustedes aquí? ¿Qué les mueve? ¿Qué les trajo? ¿Qué significa en su vida ser quien son? ¿Qué deseaban cuando empezaron? ¿En qué piensan cada día al despertar?
Señor Presidente: ¿Cómo se siente al no gobernar en mayoría? ¿Se pregunta por qué ha ocurrido, o tiene muy claro que la culpa es siempre de otros?
¿Puede hacerme el top 3 de los problemas más acuciantes de este país? (Pero por favor no me diga generalidades).
Señora Vicepresidenta: Con usted siempre se me aparece la misma pregunta, no lo puedo evitar. Me parece una mujer firme, válida y valiente, aunque no comparta su ideas ni sus valores. Y me digo que en ese partido suyo, en el mundo que defienden, no ha tenido que ser fácil, siendo mujer, llegar ahí. ¿Me cuenta?
Señoras, señores del Gobierno: ¿Qué ven cuando nos miran? Y cuando miran a otras bancadas, ¿qué ven?
Señor ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación: Cuando empezó a querer dedicarse a asuntos internacionales, ¿qué países eran los que aparecían en sus sueños? ¿Salía Londres o El Cairo? ¿Nueva York o Bangkok? ¿Ciudad del Cabo o Helsinki?
De los idiomas que habla, ¿alguno no es europeo?
¿Alguien le ha contado en primera persona los efectos de los recortes en ayuda exterior?
¿Tiene más amigos expatriados o emigrantes?
Señora Ministra de Defensa: ¿Cuáles son los peligros que más miedo le dan?
Señor Ministro de Hacienda y Función Pública, a usted quiero preguntarles por qué persigue la picaresca más que el robo. Como también le atañen las pensiones, le pregunto si me puede contar cómo cómo acabaron los días sus abuelos y qué recuerda de eso. Y me interesa saber qué prioriza en su casa cuando organiza los ahorros.
Señoras, señores del Gobierno: ¿Tienen hijos que voten a otros partidos que no sean el suyo? ¿Les escuchan?
Señor Ministro del Interior: ¿Es usted de esos que piensan que entre seguridad y privacidad hay una contradicción irresoluble? (Porque si es así le agradecería que nos fuera avisando).
¿A qué manifestaciones ha ido usted, y por qué causas?
¿Cuando hay mucha gente en la calle, se siente en casa o se pone nervioso?
Señor Ministro de Justicia: ¿Qué entiende por objetividad, universalidad e imparcialidad? ¿Qué entiende por terrorismo?
Defíname por favor en una frase cuál es la función de las cárceles.
¿Es condenable un tuit si es nuestro? ¿Es condenable un tuit si es suyo?
Y de mi soberanía sobre mi cuerpo: ¿qué piensa?
Señora Ministra de Empleo y Seguridad Social: ¿De verdad cree que nadie en España cobra menos de 650 euros, como tuvo la desfachatez de afirmar el miércoles pasado? ¿Se da cuenta de las consecuencias que tiene pensar la vida solo en cifras oficiales?
Y por lo demás, ¿qué tal van sus relaciones con la virgen, cómo andamos de excedente de estampitas?
Señoras, señores del Gobierno: ¿Sienten contradicciones? ¿Sienten miedo? ¿Sienten culpa?
Señor Ministro de Fomento: A su entender, ¿a dónde tienen que llegar las carreteras, qué andenes merecen que un tren se pare en ellos?
¿Importa más la velocidad, la inversión, la propia agenda o el servicio público?
Si no se le dio del todo bien ordenar los planos de su ciudad, ¿qué le hace sentirse capaz de ordenar los mapas de nuestro país? ¿O es que en realidad sí que todo salió según los planes?
Señora Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente: Dígamelo sinceramente, ¿qué estereotipo tiene en su mente acerca de los agricultores? ¿Conoce ese cuento del pescador que estaba sentado y el gringo que llegó a convencerle de que se hiciera millonario?
¿Ha hablado con un minero últimamente? ¿Ha trabajado en un restaurante de comida rápida?
¿Cuántos años hace que no hunde las manos en la tierra, que no mira un rato un árbol, que no se baña en un río? ¿Podría, por favor, tomarse el tiempo de hacerlo?
Señor Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital: Esto ya se lo hemos preguntado, así que solamente insisto, ¿va entendiendo las implicaciones de lo que significa un corte de luz? En tres niveles: para la persona, para la sociedad y para su propio bolsillo.
¿Cómo vamos con lo de asumir que hay recursos que no duran para siempre?
En cuanto al turismo: ¿le apetece leer unos artículos sobre folklorización y gentrificación?
Y, por cierto, ¿qué narices es eso de la agenda digital?
Señoras, señores del Gobierno: ¿Qué hacen cuando no pueden dormir?
Señora ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: ¿A qué enfermedad le tiene más miedo? ¿Al cáncer, quizá? ¿Al Alzheimer, a la Hepatitis? ¿Cómo va cada una de recursos para la investigación, para la medicación?
¿Cuándo fue la última vez que compartió habitación en un hospital público? ¿Cuándo fue la última vez que esperó demasiado tiempo a una ambulancia sujetando la mano de una persona amada?
Y hablando de amor: ¿Qué significa, en su cabeza, la palabra familia?
Van 93 mujeres: ¿Cuándo va a empezar a llamar a las cosas por su nombre?
Una última pregunta, no me resisto: ¿Es usted feminista?
Señor Ministro de Educación, Cultura y Deporte: ¿Puede por favor nombrarme tres narradores jóvenes, tres directores noveles, tres músicos emergentes?
¿Qué piensa sobre el oficio de enseñar?
¿En qué colegio estudió usted, por cierto? ¿A qué se dedican hoy sus compañeros de pupitre?
¿Ve partidos de fútbol de mujeres?
¿Ha escuchado alguna vez un tema de rap sin prejuicios? ¿Ha escuchado un aria de ópera sin paripé?
Señoras, señores del Gobierno:
¿Quién les hace a ustedes las preguntas que de verdad importan?
¿Quién les reta en serio, quién les mueve el suelo?
¿Quién, en la vida, les ha hecho replantearse las certezas?
¿Dónde está esa persona ahora?
¿Podrían, por favor, llamarla?
